Una vez, Irlanda y Escocia eran naciones hermanas. Se lo puede ver en cada aspecto de nuestras culturas respectivas: en nuestras dialectos distintos de la lengua gaélica, en nuestra música, el hecho de que ambos países hacen whiskey, o 'whiskie', como dicen los escoces, el nombre de lo cual viene de la palabra gaélica por ‘agua’ (su nombre entero en Irlanda es uisce beatha – el agua de la vida. ¿Te extraña que nuestra exportación más famosa es el ‘Irish pub’?) Y se lo puede notar hasta en nuestra apariencia física.
Jugamos los dos nuestra propia versión de un
deporte gaélico con una pelota pequeña y palos - nuestro el más común hurling, suyo el menos popular shinty. Tenemos los una gaita propia,
nuestra, la uilleann, que es operado
solo con los brazos, suya, el bagpipe,
que necesita ser hinchado con la boca.
A través de los siglos, ambos hemos luchado contra el mismo enemigo e incluso tuvimos el mismo nombre para él - sasanaigh en Irlanda y sasannaich en Escocia. Una lástima, entonces, que nuestros invasores usaron la religión para nos dividir, una situación triste que se perpetua hoy en el norte de Irlanda y por todo Escocia, donde muchos todavía sienten lealtad a estos invasores y su monarquía.
A través de los siglos, ambos hemos luchado contra el mismo enemigo e incluso tuvimos el mismo nombre para él - sasanaigh en Irlanda y sasannaich en Escocia. Una lástima, entonces, que nuestros invasores usaron la religión para nos dividir, una situación triste que se perpetua hoy en el norte de Irlanda y por todo Escocia, donde muchos todavía sienten lealtad a estos invasores y su monarquía.
Pero bueno, a la música, y esta es una melodía que muchos reconocerán, tras
una adaptación magnífica por los compositores Trevor Jones y Randy Edelman para
la película de Michael Mann, El último mohicano. Es la versión que he
puesto aquí, dado que la original, grabada por MacLean, es un mejunje
electrónico raro, que suena mucho mejor tocado con violín o gaita. Disfruten.
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